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Patatas al estilo campesino: reducción del acrilamida y almidón resistente

Este plato implica hornear o freír patatas, lo que requiere controlar la temperatura para garantizar la seguridad.

Control del acrilamida: Las patatas contienen asparagina y azúcares que, al hornearlas o freírlas a altas temperaturas, pueden formar acrilamida (un posible carcinógeno). Para reducir el riesgo, no se deben freír demasiado las patatas (evitar que se forme una corteza marrón oscura) ni guardar las patatas crudas en el frigorífico (el frío aumenta los azúcares).

Ventajas del enfriamiento: Si se enfrían las patatas cocidas (por ejemplo, si se preparan con antelación), parte del almidón se convierte en almidón resistente. Esto reduce el índice glucémico y favorece la salud intestinal.

Valor de la piel: si las patatas están bien lavadas, conviene dejar la piel, ya que contiene la mayor parte de la fibra y los minerales.

Ensalada griega: maximización de la absorción de nutrientes

La ensalada griega es un ejemplo perfecto de plato en el que los nutrientes se absorben de forma sinérgica.

Sinergia entre grasas y vitaminas: el aceite de oliva (grasa), que es el aderezo clave, es fundamental para la absorción de las vitaminas liposolubles (A, E, K) de los pepinos, los pimientos y las hojas de lechuga.

Nunca se debe consumir esta ensalada sin aderezo graso.

Conservación de la vitamina C: Todos los ingredientes (tomates, pepinos, pimientos) se consumen crudos, lo que conserva perfectamente su vitamina C.

Consumo fresco: La ensalada debe consumirse inmediatamente después de aliñarla. Los elementos ácidos (vinagre, limón) y la sal extraen el agua de las verduras, lo que hace que la ensalada se marchite y pierda textura y vitaminas si se almacena durante mucho tiempo.

Arroz con verduras: reducción del arsénico y almidón resistente

Plato equilibrado que requiere prestar atención a la preparación del arroz.

Reducción del arsénico: si se utiliza arroz blanco o integral, se recomienda lavarlo bien antes de cocinarlo y luego cocerlo en abundante agua (como la pasta), en lugar de absorberlo, para reducir significativamente el contenido de arsénico inorgánico.

Conservación de los nutrientes de las verduras: Las verduras deben añadirse al final de la cocción y cocinarse rápidamente (escaldar o saltear) para conservar su vitamina C y carotenoides.

Almidón resistente: Después de la cocción, si se enfría el arroz con verduras, se formará almidón resistente, lo que reducirá el IG del plato.